¿Alguna vez hemos tenido esa sensación de fallar puntos de manera precipitada, jugar desganado o incluso empezar a echar la culpa a factores como la pala, zapatillas y pista? Estas sensaciones las sufrimos individualmente y no todas las personas las superan con el apoyo de nuestro compañer@. Por lo tanto en este artículo os hablaré de distintos tipos de ansiedad que se dan en situaciones,sobre todo de competición, por las que se suelen tener.
Existen muchos artículos, autores y/o entrenadores que proponen entre 3 y 6 niveles de ansiedad competitiva, pero en este caso os propondré de manera mas escueta 4 niveles, en los que nos podremos sentir identificados, y al finalizar, unos sencillos trucos para combatir estas actitudes o comportamientos.
El primer nivel se caracteriza y, sobre todo, es el comportamiento que más se suele observar en nuestros rivales o en nosotros mismos en la pista de pádel, son comportamientos desganados, sin intensidad en los golpes (derechas, voleas, etc.), plantean situaciones poco coherentes durante el juego para ganar el punto, etc.
La segunda fase o nivel se caracteriza porque el jugador/a pone excusas, asemejan los fallos a motivos externos y suelen dar mala sensación en la pista por quedar mal debido a comentarios malintencionados e incluso golpeando a los cristales de la pista, golpeando con la pala en el suelo o contra la cinta de la red en el caso de haber fallado una volea.
Encontramos posteriormente la tercera fase que es la que se caracteriza por tener una confianza alterable en la que en ciertos momentos somos capaces de meter varias bandejas a la malla seguidas y ganar el punto, como de repente fallar varios globos de derecha. Es una fase en la que nos encontramos tensos pero que somos coherentes y racionales con lo mal hecho, es decir, no echamos la culpa a terceros y demás, sino que si se hace algo mal sabemos la razón y lo admitimos.
Y por último, el cuarto nivel, se caracteriza por «engañar al rival» ya que a pesar de no estar haciendo un partido correcto, nuestra compostura, nuestra relajación e incluso nuestro lenguaje corporal indican todo lo contrario. Es el mejor modo de controlar la ansiedad ya que no hay que «vivir del pasado» ni lamentarse por puntos ya realizados, sino que su cabeza, su concentración está en el presente y en luchar el siguiente punto.
Una vez analizado e interiorizado en nosotr@s mismos en qué fase solemos estar, os voy a dar varios consejos en los que nos ayudara a relajarnos aprovechando el tiempo entre puntos y el tiempo entre el cambio de pista.
Nunca tener un comportamiento pesismista, sino todo lo contrario, optimista, en la que a pesar de haber perdido el punto, o haberlo ganado, deberemos andar con la cabeza alta, nunca cabizbajo (por lo referido al cuarto nivel). Si lo ganamos, celebrarlo de manera no ofensiva a nuestro rival y que nos ayude a mejorar nuestra actitud.
Otro modo es después de uno punto duro y muy elaborado, respirar tranquilamente, bajar pulsaciones, mantener la calma e incluso pararse a colocar la cuerda de la pala, colocarse los calcetines, etc.
Y por último, la organización táctica sobre el siguiente punto o incluso la realización de hábitos cuando vayamos a restar o a servir, cuando nos vayamos a colocar para entrar en pista.